lunes, 25 de abril de 2011

¡Oh, por Dios!

Cuánto me atraes...
Lo negaré hasta la saciedad.
Lo ocultaré bajo cientos de capas de masilla barata.
Reiré y le echaré la culpa a la cantidad de alcohol ingerida por aquel que proponga esa idea...
Jamás lo aceptaré.
Ni ante ti ni ante nadie.
Nunca te diré que me atraes como un imán, que no puedo dejar de pensar en ti, que te veo en mis sueños, que te sueño en mis renglones.
Que rabio de ver fotos en las que sales besando o abrazando a otras chicas.
Que me entran ganas de ir, darles un empujón y hacerlas a un lado, pasar mi mano por tu frente y borrar todo recuerdo suyo de tu mente...
De abrazarte con fuerza, retenerte a mi lado, contra viento y marea, contra todo lo pronosticado.
Sé que no eres para mí. Pero no quiero que seas para nadie más.
Maldita egoísta...

No hay comentarios:

Publicar un comentario