Caminante no hay camino, se hace camino al andar.
Pero si te paras, si te rindes, no lograrás jamás hacer camino.
No debes parar en medio del camino, ni siquiera a tomar aliento.
Llega al final del camino, llega a tu meta, y luego recupérate.
Pero si te paras, llama a quien te esté esperando en la meta y dile que se vaya a casa, que no llegas a cenar.
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, porque nunca sabrás seguro si mañana lo podrás hacer...
Las cosas bien hechas siempre estan bien hechas, eso está claro.
Y hacerlas mal cuesta poco, pero hacerlas bien apenas cuesta un poquito más que hacerlas mal... ¿Te vale la pena?
A quien madruga, Dios le ayuda, pero es importante tener en cuenta que no por mucho madrugar amanece más temprano, y todo el mundo sabe que ojos que no ven, caguerá que chafes...
Así que no des palos de ciego, porque no vale la pena...
Cuando tengas claro el rumbo, un mapa, el sol saliendo y un GPS por si acaso te pierdes, empieza el camino...
Y... no pares hasta llegar a tu meta.
Y recuerda que si te caes, te haces daño o no quieres seguir caminando solo, dáme un silbidito e iré, pero silba fuerte que vivo lejos y estoy un poco teniente.
Con cariño, el Caminante.

( Datos extraidos del refranero español y valenciano.)

Un secreto desvelado a aquel que lo provocó.
Historias con fecha de caducidad que se acercan peligrosamente.
Historias que caducan aún sin abrirse.
Tantas palabras embutidas en mi cabeza, luchando las unas contra las otras en una batalla sin sentido por ser las que primero salgan de mi boca.
Tantas personas metidas en mi pecho, tantas, y cada una de ellas deja una pequeña huella, una pequeña muesca, unos más profunda, otros más tenue.
La mayoria historias bonitas, con triste final.
Algunas que necesitabas que acabaran.
Algunas que acabaron sin que lo quisieras.
Algunas que acabaron de mutuo acuerdo.
Algunas a las que simplemente les llegó su fecha de caducidad.
Muchas que aún no han visto la luz.
Pero hoy se ha vertido una pequeña taza de luz sobre uno de mis secretos más oscuros, uno de mis secretos más profundos, uno que casi nadie sabe.
No sabria decir si me siento mejor, peor o igual, pero en todo caso me siento liberada, lo cual ya es un paso.
Me cansé de ser la mala de la película, la que no te daba todo lo que necesitabas, la que te dejó de lado cuando la quisiste a tu lado, pero espero que comprendas porqué lo hice.
No puedes pedirme que me niegue a mí misma la posibilidad de abrirme a otros horizontes, más largos, más seguros, más sinceros.
No obstante, ahora, después de tanto tiempo, después de meses sin verte, por duros que me parecieron, ahora dan su fruto.
Ahora puedes saber lo que pasaba, ahora, cuando la tormenta ha pasado.
Me alegro de haber conseguido decírtelo.
Me alegro de poder decirte que ahora, después de tanto tiempo, podría volver a ser como al principio.
Ahora, que he superado lo que sentía por ti, ahora vuelvo a ser la que era antes de enamorarme de ti.
Pero tú ahora tienes una perspectiva de mí que no te gusta nada, que no te mola un pelo, pero no es mi culpa.
No se puede atar al corazón, es lo último que se debe hacer.
Y desde aquí te envio un saludo, un abrazo y una mano tendida, ahora sí, sin ataduras.

http://www.youtube.com/watch?v=a7S-kk4kMBg

Queria contarte...

"Quería contarte que es muy fuerte
esto que siento y tú no sientes
tengo el tiempo entre los dientes para ti.
Quería decirte como te he dicho otras veces,
que pase lo que pase estoy aquí"

Yo también quería contarte muchas cosas, pero no siempre tengo la opción de hacerlo.
Tampoco creo que te importe, y no tengo ganas de ver el desprecio o el aburrimiento en tus ojos.
La verdad es que me da un poco de pena que haya cambiado tanto el presente, cuando el pasado era tan mágico y especial que llegué a creer que nunca terminaría.
Me arrepiento de muchas cosas, sinceramente, y me da un poco de rabia que ya no confíes en mí.
Aunque también es cierto que yo no sabría decir si confío en ti.
Creo que ése es nuestro problema, ninguno ve sus propios fallos.
Yo veo claramente los tuyos, y tú los mios, pero no vemos cada cual los suyos.
Ya me conoces Sofía, soy así.
Nunca soy capaz de reconocer mis errores.
Pero no se por qué en algún momento cambió tu forma de verlos.
Antes no te importaba ese defecto mío.
Tal vez te cansaste de aguantar a un tío que no es capaz de ver sus propios errores, pero sabes que siempre que me los hacías ver, yo me disculpaba.
Fuiste la primera mujer a la que amé, y ni siquiera fui capaz de darme cuenta de cuánto hasta que no te perdí.
Dicen que suele pasar eso.
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.
Me gustaría tener las agallas de llamarte por teléfono y pedirte perdón por todo lo que pasó, y darte las gracias por todas las cosas buenas que surgieron en ese momento de mi vida.
Pero no las tengo.
Me acobardo a la mínima. Sé que no merezco tu perdón, tu cariño ni tu comprensión, pero no puedo dejar de soñar con lo que no fue.
Espero que te esté yendo todo bien.
Se te ve feliz con él y espero que sea capaz de darte todo lo que yo no supe.
Disfruta de la vida.
Por siempre tuyo,
Víctor.

El corazón me pide vacaciones...

"Pagué mis deudas con canciones,
y mis errores con despedidas,
el corazón me pide vacaciones,
dice que no aguanta más mentiras..."

Adoro esa canción. Es otro fragmento de "P'aquí p'allá" de la Fuga, sin duda una de las mejores canciones que han sido escritas.
Me identifico hoy con ese fragmento. Entre otras causas porque ya estoy de vacaciones, porque no puedo escribir y por tanto no puedo hacer las recuperaciones.
Por otra parte, me identifico con ella porque yo también he pagado mis deudas con canciones, poesías, entradas de blog...
Y mis errores también los he pagado y, como dice la canción, con despedidas.
Por desgracia, también he pagado errores ajenos con despedidas.
Y últimamente estoy notando como mi pasado parece volver a morderme el culo en cuanto me doy la vuelta.
Hoy he bajado al Perelló y, en el autobús me ha parecido reconocer una cara.Al intentarlo he recordado que fue una historia acabada en despedida.
Se ha quedado mirándome, parecía que yo a él también le recordaba a alguien y, a sabiendas, he optado por el asiento más cercano a él, con la intención de intentar sonsacarle algo a su mirada.
He de reconocer que el tío tenía un porte interesantemente atractivo, por no decir que era endemoniadamente sexy, pero no era solo eso lo que me interesaba.
Su mirada castaña, parecía intentar sonsacarle más información sobre mí a la mía.
Alternaba nerviosamente la carretera con mi cara, como intentando descubrir de qué le sonaba.
En vista de su escrutinio, he dejado de mirarle, limitándome a alguna que otra mirada furtiva.
En cuanto he podido, he escuchado su voz, aunque no me ha sonado conocida. Más tarde he caído en que nunca le había oído hablar...

Fin de trayecto. Una sonrisa, una bajada. El autobús detiene su motor y él se precipita a bajar, como si el aire del interior del vehículo no fuera suficiente como para conseguir respirar.
Le lanzo una mirada de reojo.
Es respondida.
Le envío una sonrisa que invita a seguirme, como esas que salen en las series manga (lo siento Raquel, tenía que hacerte un tributo) seguida de una cara de remordimiento por su parte.
No sé si sería él. No me importa.
Ya no posee mi corazón.
Pero sí una parte de mi pasado.
Mucha gente tiene una parte de mi pasado.
Y hay mucha a la que no le voy a pedir que me la devuelva.

Definitivamente, mi corazón necesita vacaciones...
No puede seguir aguantando más mentiras.

¿Que c*** estoy haciendo con mi vida?
¿¿Alguien lo sabe??
Necesito directrices, un mapa con el camino señalado, ¡algo!
Ya no sé si quiero, si debo, si no...
Pero sé que no me quiero quedar quieta.
Pararse sólo al morir, ya descansaré en la tumba.
Miro en el móvil la hora, aunque no entiendo para qué.
Da igual la hora que sea, voy a seguir haciendo el panoli el resto del día.
No puedo escribir a mano, y tardo mogollón en escribir a máquina.
Me ha costado casi media hora este trocito, sólo te digo eso.
Me da rabia. Siento como si alguien esperara que hiciera algo, pero no sé quién me lo ha pedido, ni qué debo hacer...
Intento moverme hacia todas las direcciones, pero lo único que consigo es notar cómo me resquebrajo.
No quiero pensar en las fechas que se acercan, pero muchas veces es lo único que me mantiene viva.
Cada canción me recuerda a una persona, todas y cada una, pero muchas veces no se porqué.
Viejas figuras del pasado, que creía derribadas y hechas añicos, renacen de sus cenizas como el ave fénix, irguiéndose amenazadoramente, intentando volver a entrar en mi vida.
Tengo miedo de que eso ocurra.
Es una opción demasiado peligrosa. Por una parte, me gustaría volver a vivir momentos del pasado, de épocas mejores, pero por otra parte, el final fue doloroso y me da miedo que vuelva a ocurrir.
Y odio ser cobarde.
Trato pensar que lo que tengo ahora es mejor de lo que tenia, pero sé que no es ni mejor ni peor, simplemente es distinto.
Mi corazón sonríe cuando hago una pausa entre palabras, entre letras, mientras recuerda tus ojos, esos labios que tantas ganas tengo de besar, aunque soy consciente de las pocas posibilidades que existen de que eso ocurra.
Me estoy acordando de lo que me dijo el otro día una querida amiga cuando le comenté el caso:
- Emborráchalo, bésale, consigue que sea el beso más profundo, sincero e inolvidable de su vida. Es lo que hice yo.
Ella sabe de lo que habla. Y la verdad es que no sabría yo si sería capaz de dar un beso de esas características...
Entraría en la larga lista de mujeres que te han besado.
Y no sé si soportaría entrar en una lista de semejantes condiciones.
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Viernes trece rojo, otra vez impar...

por peticion de jose...

Yo ya, sinceramente, no sé que hacer. He olvidado de repente todo el discurso que había preparado para ti... Justo ahora que te tengo tan cerca.

Me basta con alargar la mano para tocar tu hombro, y sé que te girarás y me dedicarás esa sonrisa que consigue que olvide todas mis penas.

Pero no soy capaz de decirte lo que siento por ti.

Y tu sigues ahí, con tus canciones, tus cosas, tus caminos y tus sendas...

Y yo sin poder decirte que mataría por un beso de tus labios, que no soy capaz de seguir sin ti.

Siempre a unos pequeños pasos, a unas mínimas distancias, pero tan lejanas como la galaxia más próxima, muy cerca pero infinitamente lejos.

Simplemente es algo que me saca de mis casillas.

Recuerdo cuando éramos niños que bastaba tener una galleta de chocolate para empezar una conversación, una sonrisa para empezar a jugar, una pregunta para empezar una relación.

Y ahora todo se me hace excesivamente difícil, excesivamente cuesta arriba.

La verdad, intento pensar que ahora mismo no me vendría bien tener una relación. Ya sabes, por aquello del selectivo, de que hay que estudiar un montón y todas esas cosas.

Pero sé que el día que esto pase, dejaré de verte, nuestros caminos se separarán, nos llevaran a conquistar diferentes destinos.

Y no soporto la idea de perderte aun sin haberte tenido.

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"Por una mirada, un mundo

por una sonrisa, un cielo

por un beso... ¡yo no sé qué te diera por un beso!"