sábado, 25 de junio de 2011

Alter ego

Hoy es un nuevo día.
Un día que lleva empezado desde las cuatro y media de la mañana gracias a la maravillosa perra de mi hermana, aunque ya forma parte de la familia.
Un día que se ve caliente y espeso desde la ventana, pero que aquí dentro se nota fresco y húmedo.
Un día que ya es cansado, y aún no hemos pasado la frontera del mediodía.
Un día que puede estar lleno de logros y que seguro que está lleno de fracasos.
Un día que, a pesar de odiarlo porque desearía estar en otro lugar, con otra gente y bebiendo otra cosa, hay que disfrutarlo, porque como decía mi querido abuelo: "Día que pasa, no torna..."
Cuánta razón tenías abuelo...
Han pasado demasiados días de mi vida dejados caer, deslizándose lentamente hasta el suelo, desapareciendo al contacto con el parquet.
Pero ahora, a día de hoy, veo la luz al final del túnel.
Veo a una mujer joven, cada día más guapa, cada día más segura de sí misma, cada día con menos miedos.
Una mujer que ha dejado de mentirse, y por tanto de mentir a los demás.
Una mujer valiente, que no teme levantar la voz para decir: "Esto no es lo que quiero. "
Y que no duda en luchar contra viento y marea para cambiar lo que no le gusta por cosas que sí le agraden.
Una mujer que sonríe, ríe y besa, y que de vez en cuando se acurruca en su sofá y llora todos sus traumas, ahogándose en un mar de lágrimas.
Pero que se levanta, una vez más, como lleva haciendo veinte años, como seguirá haciendo, probablemente, hasta siempre.
Una mujer en la que poco a poco, voy mutando.
Cada día me parezco más a ella.
Nos fusionamos, tornamos la una en la otra, dando el cien por cien de nosotras...
Convirtiéndome en mi alter ego....

domingo, 12 de junio de 2011

Lo prometido es deuda, querido...

Querido tu:
Te lo dije, y te lo repetiré: sobrepasas con mucho el mínimo de importancia para aparecer en esta URL.
Eres una de esas personas siempre presentes, que en muy poco tiempo se hacen imprescindibles en la vida de una.
Una de esas personas con las que puedes contar para todo.
Una de esas personas en las que confías ciegamente, y he de decirte, que no en todo el mundo confío.
Ya no queda gente como tú.
Las personas buenas, escasean, y he tenido la suerte de encontrarme con una.
No desaproveches tu don, es uno de los más preciosos que existen.
Recuerda a Michael Ende, recuerda a Momo...
Ella te guiará para encontrar el camino que seguirán tus pasos hacia la felicidad...
Sé que es inútil que te diga que no te acomplejes por la realidad que otros dibujen.
Es cierto que no encajas, pero nadie encajamos, y es eso de lo que no te das cuenta.
Nadie encaja en la realidad de otro, porque cada realidad es tan distinta que es imposible encajar perfectamente en ella.
Y sí, todos tenemos nuestros demonios particulares, algunos los escondemos, y otros, os enfrentais a ellos.
Y te admiro, no sabes cuanto, por ello.
Porque una vida fácil, aunque todos rogamos y suplicamos porque sea a nosotros a quien elijan las moiras, no siempre tenemos la suerte de que nos toque.
Porque sé que tu vida no es fácil.
Sé que tu realidad dista mucho de ser algo agradable de vivir.
Pero tienes que seguir siendo valiente, como lo has sido desde que te conocí, hace ya dos largos años.
Seguir enfrentándote al mundo en el día a día y sin afán de protagonismo ni complejo de héroe.
Bravo.
Lo has conseguido.
Un guiño y hasta siempre,
Tere

martes, 7 de junio de 2011

Y sin pensarlo, sin oírlo, aparece de nuevo el mismo fantasma del olvido.
- Hola, querido, te estaba esperando.
Como siempre, el silencio es tu única respuesta.
Un silencio grave y sonoro, una muda réplica, una callada queja.
Desvío la mirada y me centro en mis cosas.
Tengo muchos asuntos más importantes que atender que a ti.
Te controlo por el rabillo del ojo.
Te sientas en la silla contigua, entre la chica rubia y yo.
No pienso dedicarte más tiempo del que mereces.
Con tu callada presencia me recuerdas todo lo que podría haber llegado a ser y que nunca alcanzaré.
Ese sueño imposible de vivir de aquello que me gusta, de aquello que me llena, de aquello que me hace sentir más persona, más mujer, más completa.
Y sueño con cosas imposibles, con quizás que nunca se cumplirán, con mi sueño realizado en manos de otro.
Y ya no puedo explotar cuando veo que nunca lograré cumplir mi sueño.
Sólo puedo resignarme, sentarme en mi rincón y esperar que un milagro suceda.
Pero esto no es un cuento y no hay príncipe azul, ni caballo blanco ni rescate.
Por otra parte, tampoco yo soy una princesa...
Quizá esté soñando por encima de mis capacidades.
Quizá sea esto lo máximo a lo que puedo aspirar.
Suspiro.
Suspiro.
Se me parte el alma.
Y hundo la cabeza entre mis piernas.
Te miro por el rabillo del ojo y veo como una lágrima surca tu mejilla.
No llores.
No es culpa tuya.
Ni mía.
Sólo hay lo que hay.
Y mi cara, empapada en lágrimas y sonriendo es lo último que recuerdo antes de caer en un pozo de negrura insondable...

domingo, 5 de junio de 2011

En verso se escribe lo que en prosa se llora...

Bombos resonando en el interior de mi cabeza, con la fuerza y la intensidad de una explosión volcánica, cada vez más rápido, cada vez más profundo, cada vez más fuerte.
Sin darme un segundo de tranquilidad, de silencio, de profunda concentración y reparo espiritual...
El mundo gira y gira sin dejar de parar en ningún momento, cerrando mis salidas, intentando que olvide que existe un mundo ahí fuera.
El viento golpea las ramas de los árboles contra mi ventana, llamándome, gimiendo para que me reuna con ellos en la libertad del exterior.
Pero hoy mi vida transcurre en el interior de mí misma, aislada en una torre de la que no puedo salir pero tampoco quiero intentarlo...
Y simplemente veo como los minutos pasan, transcurren, mutan, para convertirse los unos en los otros.
Y otra vez es un 3...
Y me duele tanto la cabeza por culpa de los bombos... Pero no puedo evitarlo...
Es el empuje de mi corazón lo que produce ese sonido... Y pararlo sería más peligroso que permitir que siguiera...
Y el mundo gira tan deprisa que es casi imposible seguir su ritmo, tan deprisa que marea, que me da ganas de vomitar...
Y mi mente me trae recuerdos de ayer, de cómo me mirabas, de que me di cuenta de que tus ojos volvían a mandar el mismo mensaje de siempre, la misma realidad, por mucho que te empeñes en maquillarla de odio....
Y me asusta pensar a qué nos puede llevar esto.
Porque venimos de allí, y ya hace tiempo que te dejé atrás y no pienso permitir que me vuelvas a estirar hacia ese profundo pozo...
No pienso permitir volver a odiarme por algo de lo que no soy responsable...
Apáñate con tus hormonas, porque sé que de sentimientos careces, y sigue con tu vida, porque nada te permitirá volver a mi lado....
Digamos... un nombre al azar...