martes, 17 de febrero de 2009

I love rugby...


Hoy no estoy muy inspirada. Me corrijo, no estoy muy elocuente. Tengo mil cosas sobre las que escribir, pero no se me ocurren las palabras apropiadas para expresarme.
Pero estas fotos hablan por sí solas...
Es una pasión, un sentimiento exaltado, la mayor de las victorias aunque vayas el último de la tabla...
Es un juego de hijos de puta jugado por caballeros...
Es simplemente el deporte más noble de los deportes...
Es el deporte de mi vida...
Es simplemente... Rugby.

sábado, 14 de febrero de 2009

14 de febrero... dia de los enamorados...

Jejeje, no puedo evitarlo, cada vez que pienso en este día me entra la risa. Es el día de los enamorados, ¿no? ¡Entonces es el día de todo aquel que se precie! Nadie dice que sea el día de la gente con pareja, sólo es el día de los enamorados.
Yo estoy enamorada. No soy correspondida, pero estoy enamorada. Por tanto también es mi día, ¿no?
Por la misma regla de tres,también es el día de esas personas que no quieren a nadie pero están enamorados de su trabajo, del café, del tabaco, de las drogas, de un perfume, de la sociedad...
¡¡Es el día de todo el mundo!!
No sé quién se inventó este día, pero lo hizo francamente mal. Lo que tiene el Corte Inglés.
Bromas aparte, no es un día que me entusiasme.
Es un día en que todo el mundo va por la calle cogido de la mano, haciéndose arrumacos, carantoñas y besándose en cada esquina.
No los censuro, me parece muy bien que se demuestren su amor. Simplemente no me gusta verlos porque me recuerdan mi realidad.
No obstante, hay otras veces que sí me gusta ver cosas por el estilo. Soy una mujer empática, noto y comprendo los sentimientos de la gente. Y eso me hace ser muy feliz.
El otro día, hablando con una amiga, me dí cuenta de que está total y completamente enamorada del chico de su vida.
Sé que llegaran lejos. Están hechos el uno para el otro. Verlos me hace olvidar que yo no tengo una persona que me quiera como ellos se quieren.
Desde aquí les envío mis mas sincero apoyo. Sé que se AMAN.
La gente ha degradado ese precioso sentimiento que es el amor hasta que sólo quieren.
Hoy en día, ya casi nadie ama. Casi nadie esta dispuesto a hacer semejante sacrificio...
Conozco parejas que puedo contar con los dedos de una sola mano que realmente se aman.
No le veo el sentido...
Pero no soy quien para decir nada...
Aún no he conseguido que la persona a la que yo quiero y a quien estoy dispuesta a amar sienta algo por mi... por tanto, fracaso estrepitoso...

FIN DEL QUINTO CAPITULO

viernes, 13 de febrero de 2009

Ibuprofeno, la nueva droga

Vivimos en un mundo con dolor de cabeza. Realmente el mundo no debería tener dolor de cabeza pero la gente que vive en él se queja de este mal diariamente, desde para no tener que hacer un examen o aguantar a un profesor pelmazo, hasta para no tener que decirle a su pareja que en la cama es francamente pésimo.
Es una excusa como cualquier otra, simplemente un argumento insuficiente para evitar hacer aquello que no queremos hacer.
Al final, la gente sólo hace lo que quiere hacer...
"Ahora no, mamá, ahora no quiero oírte... Me duele la cabeza... Bah, olvídame!..."
Al final....
Sábado sabadete, camisa nueva, no, porque hay crisis, y polvete no, mejor ibuprofeno...
A dónde iremos a parar...
FIN DEL CUARTO CAPITULO

jueves, 12 de febrero de 2009

Principio de acción y reacción


El principio de acción y reacción, como todo aquel que sepa algo de física sabe(perdon por la redundancia, no se me ocurre nada mejor); es que por cada acción que hacemos resulta otra de igual fuerza y de sentido contrario. Esto quiere decir que si ahora yo decido pegarle un puñetazo a una mesa, no sólo la mesa sufrirá daños. Mi mano también.
Basta de rodeos. Simplemente es eso. Por cada acción una reacción. Hoy me he dado cuenta de que no nos suelen gustar las reacciones. Es simple. Si por nosotros fuera, no habría consecuencias. Cada uno haría lo que quisiera sin tener que pasar cuentas después ni tener remordimientos de conciencia. ¡El mundo seria genial!
No obstante, la vida no es así. La vida tiene consecuencias y rara vez nos gustan. Algunos apelan a la libertad para intentar librarse de la responsabilidad.
La libertad no es eso. La libertad es la capacidad de elegir cuando posees todos los datos. Y responsabilidad es lo que necesita la libertad para estar completa. Sin responsabilidad no debe haber libertad. Ése es el fallo. Mucha gente es irresponsable pero tiene la libertad en sus manos. Es como dejar a un niño con un arma. Se pondrá a jugar con ella y cuando rompa el jarrón de porcelana china de la abuela, intentará esconder el arma y hacer como que no ha pasado nada para evitarse el castigo.
Todos hemos hecho eso en algún momento. Es totalmente normal. Pero eso no quiere decir que sea lícito.
Hay que responsabilizarse. Pero tampoco se debe presionar a los jóvenes. Ellos ya saben lo que tienen que hacer. Es innecesario. Y no lo digo porque sea joven. Lo digo porque sé de física lo necesario como para saber que si no hago lo que tengo que hacer, la reacción no me gustará.
Cada acto de los que hacemos rutinariamente nos lleva a nuestro destino.
Podemos cambiar el futuro: basta con cambiar el presente.


FIN DEL TERCER CAPITULO

miércoles, 11 de febrero de 2009

Un paseo...



Hoy algo ha cambiado en ti. Sales de la nueva clase de Física adicional, necesaria para conseguir superar esa puñetera asignatura que te persigue como si de una pesadilla se tratara; y decides que no.
Que no te apetece volver a casa deprisa, que no quieres volver a discutir con tu madre, que no quieres llegar ya. Decides que van a llamarte y hasta que no te llamen no vas a volver.
Empiezas a pasear por la ciudad. Es de noche, todas las farolas están encendidas y apenas queda gente por las calles. El tráfico ha ido disminuyendo con la luz y puedes cruzar las calles sin hacer caso a los semáforos. Dejas que tus pies sean arrastrados en la dirección que ellos prefieran, y vas mirando a tu alrededor.
Vas comparando fachadas de edificios, a pesar de que no tienes ni idea de arquitectura. Tampoco pasa nada. No es necesario saber de arquitectura para reconocer un buen trabajo arquitectónico.
Ves a tu alrededor los efectos de la temida crisis económica: muchos locales cerrados, muchos pisos en venta, muchos restaurantes abriendo sus puertas para que el olor a comida sirva de reclamo.
Aun así, los resultados son nefastos. Muy poca gente entra en los bares y restaurantes.

Sigues paseando por el centro de la ciudad mirando todo lo que hay a tu alrededor, todo en lo que no te habías fijado antes.

Ves a la gente correr como si algo les persiguiera, pero no. Sólo son prisas.

Curioso. No disfrutamos de nada porque tenemos prisa por hacer las cosas... Y mientras nos metemos prisas a nosotros mismos pensamos que realmente tenemos que hacer las cosas deprisa para poder hacer otras cosas... que mientras hagamos, estaremos haciendo deprisa y sin disfrutar para poder hacer otras distintas...

No parece tener mucho sentido... pero es nuestra realidad.

Vivimos en un mundo que tiene prisa, desde los más pequeños a los más mayores. Primero tenemos prisa por crecer para que se nos considere alguien con derecho a decidir por sí mismos, luego para entrar pronto en la universidad y conseguir la ansiada independencia, más tarde por acabar la carrera y empezar a ejercer de lo que nos gusta, después por acabar pronto de trabajar para llegar la querida jubilación, que cuando llega busca la muerte.

Cada día más dejamos que las personas mayores vivan en soledad, y ellos acaban sintiéndose una carga y queriendo morir.

Nadie parece querer vivir. Y lo peor es que cuando alguien se da cuenta de lo corta que es la vida y de lo equivocada que está la sociedad y decide que no quiere seguir a las masas y que quiere disfrutar de cada momento que ésta le brinda, resulta que la gente le tacha de ser un/a "viva la vida". Y lo dicen despectivamente.

Simple envidia...


FIN DEL SEGUNDO CAPITULO

martes, 10 de febrero de 2009

Como todo... empecemos por el principio...

Todas las cosas (buenas, malas, regulares...) tienen dos puntos en común: todas tienen un principio y un desarrollo. Algunas incluso pueden compartir otra cosa en común: un final.
Pero hablar del final de este blog en la primera entrada sería algo digno de censurar... Al menos habría que darle la oportunidad de intentar desarrollarse... Todas las cosas tienen derecho a ello... A que al menos se confíe en que puede existir, ser una vía de escape de los pensamientos de una chica de dieciocho años con demasiadas cosas en las que pensar... Al menos habría que darle el beneficio de la duda... De la esperanza de sacar algo en claro de todo este asunto...
Al menos debería servir para hacer reflexionar sino a quien lo lea (cosa bastante difícil y que no estoy segura de llegar a lograr) al menos a la propia autora que se obligue a llevar algo al día... A ser constante con algo...
El título es una de las frases que me suelta mi padre cuando intento colarle la típica excusa de: "no se por qué me han cargado papa..."
Nunca he dicho que sea una gran escritora. Escribo lo que me sale del alma, lo primero que me pasa por la cabeza que, generalmente, es lo que llevo pensando un rato, por lo que soy capaz de expresarme mejor.
Un buen ejemplo de ello es el tema de hoy: un simple enamoramiento.
La mirada que le lanzas cada vez que le ves, los gestos, las palabras, las conversaciones sobre temas insustanciales. Y tus posteriores repasos a estas conversaciones en busca de pequeños rasgos de cariño. Suena patético, lo se, pero no puedo evitarlo. Me gustaría tanto que saliera bien...
Con el tiempo no eres capaz de esconderlo, otras personas se dan cuenta de que estas cambiando pequeños detalles, que tienes la mirada perdida en clase, que demasiadas veces suspiras como anhelando algo...
Y comienzan las preguntas inquisidoras, los sonrojos, los intentos de evasión y las peleas en broma con aquellos que han sido lo suficientemente avispados para ver la realidad.
Al final se lo cuentas a esa personita especial que siempre te ha escuchado, esa persona que puedes decir que es tu mejor amiga. Se lo cuentas todo y ves reflejada en su cara muchas cosas. Por una parte, ves una expresión de :" Ya sabía yo que algo pasaba..."; por otra, la de "Qué bien!!" y por otra, la de " Qué fuerteee!! De ése??" acompañado de una gigantesca sonrisa y una risita tonta.
Te sonrojas y piensas:" En qué mala hora se me ha ocurrido decírselo... " aunque realmente necesitabas contárselo a alguien y ella es la persona más indicada para entender lo que sientes. Entonces ella sonríe y te abraza diciendo:" No se lo voy a contar a nadie, palabra". Tú ya lo sabías pero le contestas con un gracias apagado. A partir de ese momento sigues estando emparrada, pero esa personilla se dedica a sacarte de tu empane para devolverte a la vida real, a los conectores, els díctics, y las constantes de equilibrios... Realmente lo necesitas... Todo tu entorno no deja de repetirte lo cerca que están las PAU, lo mucho que te juegas y todas las oportunidades que aún tienes...
Y les haces caso, porque sabes que él también está en las mismas, que también tiene que estudiar, que estirar de su presente de camino a un futuro aún incierto. Sabes que siempre habrá tiempo para seguir intentando que él sienta lo mismo por ti y guardas en tu corazón esta esperanza.
Y pasan los días, uno tras otro, entre ensoñaciones, clases, amigos, estudios, examenes, Biología, Tono y sus malditas diapositivas que se equivocan, sin contar con las explicaciones extrañas de para qué sirven tal o cual orgánulo... siempre y cuando se dé cuenta de que estás en la puerta esperando a que te abra...

FIN DEL PRIMER CAPÍTULO