martes, 14 de febrero de 2012

El tiempo pasa tan deprisa que no noto cuando se escurre al lado mío.
Segundos que duran años, semanas que pasan en un suspiro...
Días vacíos, días tan llenos que parecen vacíos, días que, al llegar el amparo de la noche, envuelta en tu edredón para esquivar al inclemente frío, repasas y te das cuenta de que has perdido otro día de tu cada vez más corta vida.
Y en lo más duro del invierno, cuando los ánimos se congelan, el optimismo brilla por su ausencia, y caes en la desesperanza de ver cómo eres la única que no sonríe en este baile de máscaras, la única que solo bebe en silencio, esperando a que alguien se atreva a venir a hablar contigo, sin darte cuenta de que la gente quiere hablar con los que están el en centro de la pista, sonriendo al mundo y charlando de cosas banales con todo aquel que quiera escucharles.
Y me entran ganas de correr pero tengo las piernas atadas.
Me dan ganas de volar, y mis alas están reparandose.
Me dan ganas de remover el mundo entero para encontrarme a mí misma, a esa yo que perdí hace tanto tiempo que empiezo a temer que no exista, pero tengo agujetas...
Así que me contento con intentar escribirme, construirme, mientras la cafeína se interna en mi organismo, me enciende y hace que mi visión se aclare, quitando las sutiles cortinas que nublaban mi entendimiento...
Sin fuerzas para levantarme y gritar, pero haciendo poquito a poquito el hatillo que me llevaré en mi huida, reuniendo el valor que requiere reinventarse y hacer ver al resto que estaban equivocados cuando te juzgaban.
Sabiendo que la meta queda muy lejos, tan lejos que no puedes ni imaginar cuándo llegarás a ella, ni cuanto esfuerzo te va a llevar, y intentando no pensarlo, porque si lo pienso me desanimaré antes de empezar...
Y mientras, vivo en las nubes, aupada a lomos de un caballo que corre como el tiempo y que me impide ver a mi alrededor...
Pasa gente a mi lado, gente que conozco y no reconozco, gente que reconozco y no conozco y gente que me queda por conocer...
Y gente y gente y más gente... Y cientos y cientos de personas entre la multitud que pugnan por dejarse conocer y que me muero de ganas de comprender...
Pasa el tiempo, pasa la gente... Y nosotros seguimos aquí parados...
A ver cuando nos decidimos a dejar que las cosas sigan su curso, sin forzar las situaciones...

1 comentario:

  1. En tu camino pasaran millones de personas, y tu irás cambiando y pasando el tiempo con ellas,reinventate cada día y recuerda que con el tiempo, los del centro de la pista se cansaran de bailar...

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