viernes, 5 de febrero de 2010

Hoy he estado leyendo y pensando.
He leído todas esas entradas de blog que se quedan en la bandeja de borradores, como si no fueran suficientemente buenas como para ser publicadas.
Pero no es cierto. Son importantes, son buenas, son lo que sentía en ese momento. Lo único que pasó fue que en su momento, en el momento decisivo, no estaban preparadas para salir. O tal vez el destinatario de esas entradas no debía leerlas, por cientos de miles de motivos que ahora me parecen algo banales.
Entradas largas, que cuentan una historia, marcada de odio, rabia y dolor; entradas cortas, de un par de frases o tal vez un párrafo, que expresaban un amor que no llegó a ser o tal vez un par de párrafos contándole al viento lo todo aquello que me atormentaba.
Ciertamente, no estaban preparados para salir a la luz.
Nunca diré que escribí algo que no debí haber escrito.
Me corrijo, no diré que me arrepiento de haberlas escrito. Basta que digas de esta agua no he de beber para que te veas obligado a beber.
Lo que si diré es que no me arrepiento.
No me arrepiento de haber amado.
No me arrepiento de haber besado.
No me arrepiento de haberme jugado toda la pasta a una sola carta.
No me arrepiento de haberme jugado el cuello por ti.
Ni de haberlo dado todo.
Estoy contenta de mis elecciones, aunque no me guste mucho cómo van las cosas en mi presente ahora mismo.
Sé que mejorarán. Sé que las nubes se irán en algún momento. No puede ser invierno todo el año.
Lo sé seguro.
Mientras tanto, me resignaré a beberme una cerveza, recogerme la melena y apotronarme en el sofá.
¿Le llamo? Bah, no. No le llamo. ¿¿Qué ha pasado con esa cerveza??
Y mañana, a vestirse de princesa, sonreír al mundo. ¿¿¿Y ESA CERVEZA???

----------------------------------------------------------------------

- ¿Qué me dices si te digo piridoxina clorhidrato?
- Que te busques otra carrera, tía, que esta te desequilibra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario