jueves, 8 de julio de 2010

Porque, porque, porque...

Porque hoy estoy algo cabreada.
Porque me he cansado de seguir andando un camino que no sé seguro si me vale la pena.
Porque tengo que arreglar una casa de 80 metros cuadrados llena de trastos yo sola.
Porque hace más calor que follando debajo de un plástico.
Porque esta noche vienen a cenar unos amigos y no se ni qué narices les voy a dar de cenar.
Porque se ha muerto esta noche de muerte súbita una gran persona, alguien que estuvo a mi lado desde la más tierna infancia.
Porque mi madre vuelve hoy de viaje de Edimburgh, no sé a qué hora, y la casa sigue patas arriba.
Porque en mis oídos resuenan los compases de "You could be mine" y me acuerdo de ti.
Porque es tu cumpleaños.
Porque no tengo tiempo para lo que y los que quiero.
Porque mi mejor amiga de la universidad me dejó ayer colgada en medio de una fiesta, a la que yo había ido por ella, y en la que las dos únicas tías que había por allí eramos ella y yo y me quedé completamente fuera de lugar, rodeada de tíos a los que no conocía de nada porque eran amigos del novio de mi amiga, subida a unos taconazos, espantando borrachos y discutiendo sobre política y lengua.
Porque he dormido cinco horas y llevo casi tres arreglando la casa para que siga teniendo el mismo deplorable aspecto.
Porque me has cambiado por otra.
Porque estás lejos.
Porque me voy a Londres en menos de una semana y aún no he comprado el viaje de avión.
Porque llevo sin relajarme tanto tiempo que no recuerdo cuándo fue la última vez que lo hice.
Porque he perdido, gracias a la intervención de mi querida madre, la mitad de la historia que llevaba escrita.
Porque no tengo ganas de verlo todo negro.
Porque estamos en la final.
Porque me siento española.
Porque tengo ganas de vivir el día de hoy.
Porque a pesar del cansancio, tengo los ojos vivos, y con ganas de recibir información de todas partes.
Porque el Red Bull hace milagros.
Porque la lavadora está a punto de acabar.
Porque cuando llegue mi amiga, se va a ver la casa hiper recogida y se va a sentir algo culpable.
Porque cuando llegue mi madre y lo vea todo perfecto, va a tener que cerrar su boquita y aceptar que lo he hecho genial.
Porque la música estridente resuena en mis oídos, y me da la fuerza que necesito para levantar el culo del sillón y empezar a construir un buen día.
Porque tengo ganas de hacer deporte.
Porque tengo ganas de sonreírle al mundo.
Porque mañana empieza hoy.
Porque tengo ganas de salir esta noche y encontrar a alguien que llene tu vacío.
Porque ojos que no ven... mierda que chafas.
Y porque sí.
¡¡Adelante a por el día de hoy!!

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