viernes, 15 de mayo de 2009

Cuando notas que la desesperanza hace mella en ti, lo ultimo que quieres es moverte.
Te tumbas en el sofá con un bote lleno de palomitas y un bote de nutella para mojarlas.
Recuerdas tu dieta con una sonrisa amarga. Te da igual que no te quepa el traje que te compraste para la graduación.
Lo último que te apetece es sentarte a estudiar, a cumplir con tu obligación.
No te quedan temas sobre los que hablar o sobre los que escribir.
Te parece banal el interés que tenias hace tan solo unos días en que todo volviera a ser como antes, o en que algo saliera bien con otra persona.
¿Qué más dará eso si no puedes ni pensar en un futuro cercano?
Ahora mismo lo único que me apetece es ser una chica de Internet, conocer a alguien, ahogar mis penas en una pinta de cerveza y llevarlo de cabeza a mi cama, sin dejarlo salir hasta que no esté satisfecha.
Pero sé que no lo haré. Aún me tengo cierta estima, y sé que luego me arrepentiría.
Ojalá tuviera alguien en quien apoyarme, alguien que pudiera mitigar toda esa carencia de amor que noto.
Pero no. Me encuentro, como siempre, en las ruinas de un amor que nunca fue.
No puedo evitar pensar que la culpa es mía, que ahuyento a los tíos hasta que no se acercan a mí. No se por qué me pasa eso, pero no me lo puedo quitar de la cabeza.
Tal vez solo sea cuestión de físico, pero me extraña. He visto callos con novio.
Sé que si hablo con mis amigas del tema (todas con novio, todo sea dicho de paso) me dirán que espere, que no tenga prisa, que me deje llevar.
Y asentiré con la cabeza mientras pienso que no llevan razón, que ya he esperado bastante, que me niego a creer que éste es el final de mi vida amorosa.
Tengo una carga en el pecho que no se me alivia, ni siquiera escribiendo estas palabras, ni siquiera diciéndolas a otras personas.
Pero... aquí me ves, aguantando un peso que me agobia, escribiendo unas letras en una pantalla de ordenador.
Algo en mi cabeza me dice, ¡déjalo estar! No creas que va a tener fruto.
Pero sigo manteniéndolo vivo, con respirador y diálisis, en la UCI, pero vivo, con la esperanza de que la fuerza vital que lo había guiado hasta ahora volverá antes o después.
Ojala que así sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario